Los cambios constantes que se producen en el club como consecuencia de los intereses económicos de Fassi, provocan que Talleres tenga un techo y no pueda aspirar a ganar un campeonato.
Partieron jugadores importantes que no fueron reemplazados debidamente y a eso Talleres lo siente. El triunfo sobre la hora frente a Huracán, el empate con Colón, la derrota con Central y la igualdad ante un discreto Instituto así lo demuestran.
Los hinchas de Talleres sueñan con un segundo semestre de emociones fuertes. Para ello, en caso de que emigren jugadores claves, se deberá recurrir a reemplazos del mismo nivel.
El hincha de Talleres siempre fue paladar negro, pero además de eso, ahora en lugar de conformarse con estar en primera o ingresar a la Sudamericana, pretende jugar la Libertadores o ganar un campeonato.