El hincha se siente orgulloso e infla el pecho cuando le preguntan y contesta: ¿De quién soy? ¡De Talleres! Pero a pesar de tanta grandeza, todavía hay una espina clavada. Un asunto pendiente….
Luego de un primer semestre espectacular y lleno de ilusiones, las malas decisiones dirigenciales y futbolísticas, han provocado que los hinchas de Talleres terminen pidiendo la hora.
Ya es una constante: La suerte de Talleres está atada hace unos años a los intereses económicos de Andrés Fassi quien no va a resignar sus conveniencias por las de Talleres.
Iban 4 minutos de juego y Losada ya se había tirado 2 veces. Belgrano puso sus líneas defensivas cerca del propio arco y Talleres demostró una vez más que no reemplazó debidamente a los delanteros que se fueron.
Cobija no es el problema, forma parte de la solución. El DT siempre cumplió cada vez que le “tiraron” el equipo adaptándose a las circunstancias. Se viene la B, que seguramente meterá 2 líneas de 5 para aguantar el resultado.
Los cambios constantes que se producen en el club como consecuencia de los intereses económicos de Fassi, provocan que Talleres tenga un techo y no pueda aspirar a ganar un campeonato.
Partieron jugadores importantes que no fueron reemplazados debidamente y a eso Talleres lo siente. El triunfo sobre la hora frente a Huracán, el empate con Colón, la derrota con Central y la igualdad ante un discreto Instituto así lo demuestran.