Partieron jugadores importantes que no fueron reemplazados debidamente y a eso Talleres lo siente. El triunfo sobre la hora frente a Huracán, el empate con Colón, la derrota con Central y la igualdad ante un discreto Instituto así lo demuestran.
Por Esteban Migliazzo.
Hace rato que el Matador ha bajado su rendimiento. La explicación es sencilla: Si se van dos o tres figuras porque no las pudiste retener, se querían ir o convenía que partieran, las tenés que reemplazar con otras de un nivel parecido. No es fácil conseguir lo que había logrado la T. No se arma un equipo y un grupo humano de la noche a la mañana.
¿Por qué no traer un 9 de eficiencia probada con años y goles en el lomo? Porque la reventa sería más complicada por una cuestión de edad. ¿Por qué desprenderse de los 2 mejores jugadores a la vez y no ofrecerle a uno de ellos mejores condiciones para que se quede con las rentas del que se marchó? Son algunas de las preguntas que se hacen los hinchas a pesar del reconocimiento que se tiene por Fassi debido a lo obtenido hasta la fecha.
NO TIENE PÓLVORA
Definitivamente, Talleres ha perdido el poder de fuego.
Nahuel es un delantero que se retrasa para recibir la pelota, no es un 9 de área. Garro estuvo ausente sin aviso en al menos 5 de los últimos partidos disputados, Depietri no logra concluir una jugada y Sosa solo no puede hacerlas a todas.
Párrafo aparte para los delanteros que han llegado. Habrá que esperar que se adapten y que se pongan bien físicamente, o sea que para este tramo del año no podrían ser cartas de triunfo.
Vallejo se mostró inquieto y movedizo, el resto poco y nada.
MEJORÓ LA DEFENSA
A pesar de la ausencia de Catalán, titular indiscutido, la T mejoró algo en defensa. Suárez demuestra más seguridad que Rodriguez, Benavidez está cada vez más consolidado y el paraguayo Riveros demostró su oficio.
Fue llamativo el flojo partido de la dupla Villagra / Ortegoza frente a Instituto. En ningún momento lograron equilibrar la mitad de la cancha a favor de la T.
LO QUE VIENE
Se vienen partidos bravos, el clásico y la Copa Argentina. El Albiazul ha perdido la magia que tenía debido a que algunos magos se fueron. Esperemos que el fútbol fernet de Cobija pronto se vuelva a hacer presente para la alegría de toda la provincia.
