Talleres atraviesa una etapa de conflictos dentro de la cancha y fuera de ella. Por Esteban Migliazzo. Jamás es recomendable tener problemas, y mucho menos,
En Talleres, pareciera ser que la historia se repite cada año. Luego de completar primeros semestres prometedores, se abren los mercados de pases y todo
No somos resultadistas. Por la Camiseta lo viene pregonando desde sus orígenes. Talleres es un club estabilizado, pero difícilmente salga campeón en las actuales circunstancias porque los intereses de los hinchas y socios no son coincidentes con los del Presidente Andrés Fassi.
No se puede hablar de “Proyecto” si se cambian los interpretes cada 6 meses. De los últimos 7 partidos, Talleres solo pudo ganar 1. Las 13 incorporaciones que se realizaron, no pudieron reemplazar a los que se fueron. La clasificación a Libertadores todavía no es un hecho.
Partieron jugadores importantes que no fueron reemplazados debidamente y a eso Talleres lo siente. El triunfo sobre la hora frente a Huracán, el empate con Colón, la derrota con Central y la igualdad ante un discreto Instituto así lo demuestran.
A esta hora, Talleres no se ha hecho acreedor a ningún premio. Falta dar un paso más. Lo cierto es que en su DT interino, Javier Gandolfi, encontró un conductor.