En una contundente demostración de fútbol, Talleres, que pudo haber goleado, derrotó a Boca sólo por 2 a 1.
Desde el primer minuto de juego, se notó que el Albiazul iba a dominar las acciones de principio a fin. Las diferencias de velocidad y actitud eran notorias a tal punto que todas las jugadas divididas las ganaban los jugadores de la T.
El relojito que tiene Talleres en el medio de la cancha llamado Rodrigo Villagra, manejó a la perfección la marca, los tiempos, e incluso fue él quien metió los mejores pases gol y hasta llegó a quedar cara a cara con Romero.
En tanto la defensa integrada por Benavidez, Catalán, Rodriguez y el Sicario Portillo, demostró seguridad y solvencia logrando neutralizar los tímidos ataques del equipo porteño que sólo amenzaba con el colombiano Villa, quien vio la roja promediando el segundo tiempo como consecuencia de su impotencia para perforar a la defensa.
Párrafo aparte para los desempeños de Pizzini, el goleador de Talleres desde que comenzó el año, Garro y Michael Santos, quien anotó el primer gol y también pudo haber marcado algún tanto más, estrellando un tiro en el palo.
En la segunda mitad, el Matador tuvo las oportunidades para golear, pero la displicencia de Nahuel Bustos y el egoísmo de Valoyes, lo privaron de esa posibilidad.
Luego del descuento de Boca, Talleres se limitó a cuidar el resultado y la fiesta fue total. Ganó Talleres y sabe que tiene plantel para pelear por cosas importantes.
