Fassi trajo los jugadores. Ahora será Gandolfi quien deba ubicar las piezas en sus lugares correspondientes y darle identidad al equipo.
Ha sido un mercado de pases activo para Talleres y Fassi consiguió conformar un plantel con variantes en todos los puestos. Ahora resta saber cuanto tiempo le llevará a Gandolfi armar un equipo con pretensiones.
¿Posesión?, ¿Presionar en campo rival?, ¿Esperar y jugar de contragolpe? ¿Tener un sistema mixto? Son algunas de las claves que el DT Albiazul deberá resolver para que Talleres sea un equipo competitivo y pueda aspirar a cosas importantes.
El equipo de Barrio Jardín, pasó por varios procesos exitosos en los últimos años con distintos sistemas de juego. Desde el tiki tiki de Kudelka a la presión feroz con salida rápida en contra del Cacique.
¿Qué esquema le convendrá más a este plantel y con que intérpretes? La clave de esta nueva campaña estará en el rumbo que decida tomar Gandolfi.
Herrera es por ahora el titular indiscutido en este equipo. Buffarini no ha podido recuperar el nivel que lo puso en el plano internacional, por lo que Benavidez debería ser quien se quede con el puesto de lateral derecho y esperar la evolución del ídolo de General Cabrera.
Entre Catalán, Portillo y Rodríguez se conformará la zaga central, en tanto que el 3 sería el recientemente llegado Fernández. En el medio de la cancha Viilagra es número puesto, mientras que Oliva, Franco y Ortegoza pueden acompañarlo.
Quienes ocupen los puestos de creación, los carrileros por izquierda y derecha sumado a los puntas, serán los que tengan las llaves para el buen funcionamiento y sincronización ofensiva de este nuevo Talleres. Allí pueden jugar Garro, Depietri, Nahuel Bustos, Zalazar, Pizzini, Sosa y Michael Santos, además de los juveniles Romero y Alvez, sin tener en cuenta al indiscutible y casi siempre lesionado, Diego Valoyes, de quien a la fecha no se sabe si emigrará o no.
Talleres tiene con qué. Los jugadores están, ahora hay que ver cómo los van a hacer jugar y de que manera se los podrá aprovechar en el máximo de sus rendimientos.
