POR LA CAMISETA

Córdoba - ARG

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Talleres cayó por 1 a 0 frente a Independiente y debutó con una derrota que genera dudas y preocupación en su gente.

Por Esteban Migliazzo.

Las expectativas eran otras. Miles de hinchas coparon el Kempres con la ilusión de comenzar el torneo con una victoria. Pero desde el inicio del encuentro, se notó que al Albiazul le iba a costar imponer condiciones.

Sin esforzarse demasiado, el equipo de Avellaneda tuvo 4 oportunidades (una pegó en el palo de Herrera) para ponerse en ventaja.

Fueron notorias las dificultades de Talleres para generar fútbol de mitad de cancha hacia adelante y poder llegar al arco de Rey con peligro. Garro y Depietri no encontraban los espacios y se notó que Ortegoza no estaba en su día. Sólo Villagra intentaba darle algo de solvencia a un equipo que transmitía poca confiabilidad.

Martino, un capítulo aparte.

Fue uno de los jugadores destacados en la T durante los primeros 45 minutos. Se desdoblaba entre las tareas de marca y proyección por la banda izquierda de manera aceptable. Pero en el fútbol, se debe utilizar la cabeza para pensar, no para agredir al rival.

Luego del infortunio de su gol en contra, el marcador de punta se hizo expulsar aplicándole un cabezazo a un jugador rival cuando su equipo más lo necesitaba y jugaba con uno más que el rojo por la expulsión de Marcone.

Muchos errores y falta de jerarquía

Buffarini tuvo otro partido para el olvido. Fue desbordado toda la tarde y no encontró nunca el ritmo de juego.

El medio, como ya mencionamos anteriormente no encontró la manera de perforar la defensa roja y el solitario Michael Santos se debatió contra la defensa visitante.

Talleres sólo pateó al arco una sola vez en los 90 minutos y así es muy difícil ganar un partido. Ante esta situación, el Albiazul depende en demasía de su jugador diferente, Diego Valoyes, que podría ser negociado por Fassi en los próximos días.

Los cambios de Gandolfi fueron contraproducentes y definitivamente el técnico le erró una vez más la táctica. Lo de Independiente fue mediocre. Lejos está de hacerle honor a sus viejas glorias, con jugadores que se dedicaron a hacer tiempo y ensuciar el trámite del partido, pero con eso le alcanzó para doblegar a Talleres.

Luego de este primer tropiezo, la situación del tallarín se podría resumir en dos palabras: Dudas y preocupación.