POR LA CAMISETA

Córdoba - ARG

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En lo que hasta ahora es un mix entre el juego que proponían Kudelka y el Cacique, el equipo de Gandolfi vuela en la cancha y ya se encuentra tercero en la tabla de posiciones.

Fueron 45 minutos de furia. Los jugadores de Central Córdoba de Santiago suplicaban que Lobo Medina pitara el final del primer tiempo. En sus rostros se podía leer la desesperación de no poder detener a los jugadores rivales. Seguramente, por la mente del Pulga Rodríguez se habrá hecho presente la pregunta: ¿Qué estoy yo haciendo acá?

La realidad indica que Talleres jugó en un altísimo nivel y prácticamente nadie desentonó. La inteligencia de Pizzini, la velocidad de Sosa, el compromiso de Michael Santos, la conexión entre Alan Franco y Villagra, el toque distinguido de Garro y las murallas del fondo con Herrera incluido, le ofrecieron al público y a su DT Javier Gandolfi, la mejor versión de Talleres en los últimos años.

Tocó, esperó y agredió cuando fue necesario. Sólo le hizo dos a los santiagueños, y al igual que frente a Boca, pudieron haber sido 4, 5 o 6.

Resta saber, si este equipo podrá sostener la regularidad en su juego, ser más contundente y constatar si quienes hoy esperan sus turnos en el banco, estarán a la altura de las circunstancias cuando les toque reemplazar a los titulares.

Si lo consigue, estaremos en presencia de un equipo candidato a los títulos que se pongan en juego durante este 2023. Bienvenido sea. ¡Salud Talleres!