POR LA CAMISETA

Córdoba - ARG

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No se puede hablar de “Proyecto” si se cambian los interpretes cada 6 meses. De los últimos 7 partidos, Talleres solo pudo ganar 1. Las 13 incorporaciones que se realizaron, no pudieron reemplazar a los que se fueron. La clasificación a Libertadores todavía no es un hecho.

Por Esteban Migliazzo

Preocupan los números. Preocupa el juego. Preocupa la falta de gol. Por primera vez en años, los hinchas no saben con qué se van a encontrar cuando juegue el Matador.

“¿Le ganaremos a Instituto o no se podrá perforar la doble línea de 5?” “¿Seguiremos con la paternidad eterna sobre Belgrano o nos embocarán de rebote?” “¿Nos pasará por arriba River o le ganaremos como casi siempre sucede?” Las dudas se generan porque Talleres ya no es el mismo del semestre pasado.

¿Por qué? Sencillamente porque los interpretes han cambiado. Los que se fueron eran mejores que los que llegaron. Así de simple.

Por la camiseta anticipó durante el mercado de pases que los verdaderos refuerzos iban a ser los que se habían quedado y así fue. Guido, Suárez, Villagra, Sosa y desde el partido con River Garro, serán las armas con las que la T deberá afrontar lo que resta del año. Ni uno solo de los refuerzos despierta inquietudes de satisfacción en la gente.

Entonces, ¿A quién hay que responsabilizar por esta situación? ¿A Gandolfi o al quien lleva y trae jugadores?. El DT hace lo que puede y si no pone en cancha a un 9, es porque ese centro delantero que asegure algún pase a la red, no está en el plantel.
Es Talleres el que perdió a Valoyes y a Santos, no su presidente que sigue contando con ellos en otro de los clubes que regentea. Si a esto se le suma las bajas actuaciones de Catalán, Nahuel Bustos y Depietri, la cosa se complica.

La T se sostiene gracias al colchón de puntos que logró en la primera mitad de la temporada. El equipo temible, rápido y por momentos lujoso, ya no está. Los jugadores tampoco. Sólo quedan los puntos que sacaron en ese semestre inolvidable. Se los extraña.