Han transcurrido 20 fechas y Talleres está prendido en la pelea por el campeonato. ¿Sus argumentos? Un plantel de jerarquía y un técnico serio que trabaja y tiene los pies sobre la tierra.
Por Esteban Migliazzo.
Entraron un poco confiados y para colmo Michael Santos facturó en los primeros minutos del partido.
Ahí están las claves para saber por qué el Albiazul le ganó a Arsenal por la mínima y sin brillar como en otros partidos.
Alcanzó con el buen funcionamiento de Ortegoza en el primer tiempo, la regularidad de Villagra y el olfato goleador de Pelo. Esta vez, lo más importante son los números. Tres puntos en el bolsillo y a meterle presión al puntero que ya no mira desde tan lejos a su perseguidor. En otras épocas, estos partidos se le complicaban a Talleres y muchas veces hasta se quedaba con las manos vacías.
Gandolfi encuentra en el banco los recambios necesarios y los jugadores saben que jugará quien esté mejor sin importar el apellido. El Matador demuestra que además de jugar al fútbol, maneja los tiempos de los partidos y dosifica los esfuerzos de acuerdo a las circunstancias.
Ahora el campeonato entra en un receso que a priori no beneficia al Matador que venía embalado derrotando a todos los rivales que se le paraban en frente. Allí también se verá la mano de Cobija para mantener enchufados a todos.
La realidad indica que la tabla no miente, Talleres suma y la hinchada más grande del interior vive su sueño despierta.
