POR LA CAMISETA

Córdoba - ARG

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Como ya es costumbre, la Policía de Santa Fe reprimió brutalmente a los hinchas cordobeses.

En la previa del partido histórico que disputaron Colón y Talleres, los hinchas del matador llegaron en gran cantidad a la provincia de Santa Fe.

Los simpatizantes de la T, trasladaron todo el color y la fiesta a la provincia vecina: el humo de las parrillas, las jarras de Fernet y el cuarteto a todo volumen eran los protagonistas de esta gran fiesta.

A horas del inicio del partido, todo cambió. Un grupo de hinchas, que viajaba en caravana, fue detenido por la Policía santafesina y se les negó el ingreso. Según lo que expresaron en Twitter, la mayoría contaba con las entradas correspondientes para el partido.

Como forma de protesta, los hinchas del matador bajaron de los colectivos y fueron brutalmente reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos por la Policía.

Los ataques de la Policía de Santa Fe contra los hinchas cordobeses no es algo nuevo: El 17 de agosto de 2012, Belgrano visitaba a Colón por la tercera fecha del Torneo Inicial. El partido transcurría con total normalidad hasta los 44 minutos del segundo tiempo cuando iniciaron las corridas en la tribuna Pirata, cuando un grupo de simpatizantes de Colón intentó generar disturbios.

Las balas de goma y los gases lacrimógenos rápidamente aparecieron contra la parcialidad de Belgrano, que intentaron ingresar al campo de juego ante el fuerte accionar policial.

En 1976, Talleres jugaba el pase a las finales del Nacional y movilizó 10 mil personas. Todo terminó en una tragedia.

Los robos de los hinchas de Colón, por debajo de los viejos tablones, detonaron peleas entre cordobeses y santafesinos. Ante los disturbios, la Policía disparó contra los albiazules: Norberto Roque Paz (24 años) y Manuel Antonio Díaz (41 años) cayeron asesinados por las balas de los uniformados. El hecho quedó impune.

Pasaron los años y la cosa nunca cambió. Una vez más, la violencia de la Policía de Santa Fe, le ganó al fútbol.