Por Esteban Migliazzo.
Merlos jugó para River y Boca, pero independientemente de la pésima actuación del árbitro, Talleres fue dominado por Velez en el primer tiempo. La reacción del equipo en la segunda mitad, es esperanzadora.
Velez le dió de tomar al Matador de su propia medicina. El equipo porteño salió a asfixiar la salida del Albiazul para provocar errores.
De repente, Talleres que había ganado los primeros partidos por 2 a 0 en los primeros tiempos, esta vez lo perdía. Sin dudas Catalán tuvo una mala noche y la actuación de Benavidez, Franco, Villagra, Sosa y Pizzini, no fueron del todo convincentes.
En los dos partidos que lleva perdidos en el torneo, la T se hizo goles en contra (Martino frente a Independiente y Pizzini frente a Velez). Talleres sintió el golpe por la equivocada expulsión de Portillo, pero además quedó inmovilizado porque el equipo que tenía en frente jugaba a la misma velocidad que lo suele hacer la T.
Gandolfi sacó a Garro, para intentar contener a Velez.
La decisión no era fácil, pero con el partido empatado y en desventaja numérica, Gandolfi prefirió dejar en cancha a jugadores que pudiesen hacer las bandas y así colaborar en defensa y en ataque a la vez.
Pizzini y Sosa intentaron llevar adelante esa función, pero Velez se puso en ventaja a los pocos minutos.
En el segundo tiempo, apareció Talleres
Fue un vendaval. Literalmente, el Albiazul se lo llevó por delante al fortinero y mereció al menos empatar el partido.Valoyes entró muy bien, y el Rulo Romero se comió la cancha. El 2 a 1 para los de Liniers resultó exagerado. Fue un llamado de atención y se debe tomar debida nota.
Nadie se va a “comer a los chico crudos” en el torneo de la Liga Profesional. Se puede ganar y perder, pero Talleres tiene los argumentos y puede soñar con cocinar este campeonato a “fuego lento”.
