Talleres lo ganaba 1 a 0, tuvo para liquidarlo pero Vélez se lo empató y en los penales Marcos Díaz volvió a ser el héroe.
«Si no se sufre no es Talleres» reza una famosa frase que se repite entre sus hinchas tras pasar la angustia que supone una tanda de penales. Un sufrimiento innecesario, ya que el conjunto cordobés fue superior en los 90 minutos pero la falta de contundencia en el arco rival hizo que Vélez siga vivo y aproveche su momento. Nuevamente fue a penales y como contra Atlético Rafaela, Marcos Díaz se lleva todos los flashes y las tapas de los diarios de mañana.
De entrada el conjunto de Alexander Medina impuso las condiciones del partido. Igual que contra Independiente, Talleres fue intenso y tuvo una buena circulación de balón. A los 13 minutos, Federico Navarro llevó la pelota de izquierda a derecha y cuando vio un hueco remató. Lucas Hoyos tapó y en el rebote Michael Santos convirtió su primer tanto con la camiseta albiazul. A pesar de que perdió intensidad con el correr de los minutos, Talleres controló el trámite y no sufrió.
En el complemento se emparejó el encuentro, Vélez se adelantó, pero la T quedo a merced de liquidar el partido con una contra. En los minutos finales, Diego Valoyes hizo una gran jugada individual, se la cedió a Mateo Retegui, y con el arco de frente, remató desviado. Luego del increible gol errado por el delantero, entró en vigencia la famosa ley «los goles que no se hacen en un arco se sufren en el otro». En el tercer minuto de adición, Lucas Janson aprovechó una distracción del fondo albiazul y mandó el partido a los penales.
En la definición desde los doce pasos la figura de Marcos Díaz fue fundamental. El arquero detuvo los disparos de Ricardo Alvarez y Pablo Galdames. En el Matador convirtieron Mateo Retegui, Guilherme Parede y Joel Soñora. Ignacio Lago fue el único que falló.
Con este agónico triunfo, Talleres se mete en octavos de final y espera rival que saldrá del cruce entre Estudiantes de Río Cuarto y Huracán Las Heras.
