El objetivo debe ser uno sólo: Talleres.
Por Esteban Migliazzo.
Cuando el Presidente Fassi se metió en conflictos y cuestiones extra futbolísticas, se notó una baja generalizada en el juego del equipo, a los jugadores se los vio nerviosos, cuerpo técnico incluido, y no transmitían el entusiasmo necesario dentro de la cancha como para pelear por cosas importantes.
De pronto, cuando Fassi bajó el perfil, desapareció de las tapas, y en el plano deportivo, las cosas empezaron a salir mejor.
Hoy Talleres, a pesar de que se cometieron gruesos errores, gracias a la irregularidad que presenta el fútbol argentino, está una vez más en las puertas de clasificar a una nueva edición de la Copa Libertadores.
Botta fue recuperando su nivel, Portillo y Rodriguez están firmes y el resto, acompaña con un rendimiento aceptable.
Faltan 3 fechas para el final del torneo y los que nunca le fallan a Talleres, seguramente una vez más, dirán presente llenando la cancha y acompañando.