La AFA y la Selección van de la mano con la improvisación.
Por: Esteban Migliazzo
Si hiciésemos un concurso para elegir al DT de la Selección Argentina, ¿Alguno de los 45 millones de técnicos que tiene el País hubiese optado por Lionel Scaloni para dirigirla?
Y si todos los socios de los clubes votaran un presidente de AFA, ¿Cómo hubiese salido Chiqui Tapia?
Hay algo que no se discute en el mundo del fútbol y es la inagotable fuente de figuras que genera esta parte del planeta a la hora de hablar del deporte más popular. Pero de repente, los dirigentes y técnicos que debieran ocupar los lugares más importantes y los puestos más encumbrados, por diferentes razones, entre ellas presiones y negociados, se corren hacia un costado y dejan sus lugares para otros que jamás en sus vidas pensaron ocuparlo.
Sin ir más lejos, resulta dificultoso dar una buena razón para explicar por qué el señor Chiqui Tapia es el Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino.
¿Qué fue realmente lo que lo llevó a ser el mandamás de la calle Viamonte? ¿Sus capacidades o su grado de parentesco con Hugo Moyano? ¿La gestión en su club Barracas Central o el manejo de los códigos oscuros que en este País hace que te llamen “vivo” o “piola”?
Las prueba están a la vista. Tapia es el jefe de la AFA porque es yerno de Moyano y porque respeta los códigos secretos del fútbol. De la misma manera, habría que preguntarse ¿Por qué habiendo tantos buenos directores técnicos como Gallardo, Simeone, Pochettino y Bielsa por sólo mencionar a algunos, al equipo nacional lo conduce alguien que jamás paró 11 jugadores ni siquiera en una cancha de liga barrial? Seguramente varios de los anteriormente mencionados no quisieron hacerse cargo para no tener que lidiar con la casta dirigencial que maneja el fútbol rioplatense.
Menotti, Bilardo, Basile, Passarella, Pekerman, Bielsa, Maradona, Sabella….. y ahora a la albiceleste la dirige Scaloni. Pudo haber sido un hallazgo, pero no lo es.
La Selección tiene una constelación de estrellas y todavía cuenta con Messi, pero no se sabe a que juega. El ayudante devenido en técnico no logra repetir un once titular que más o menos indique cual es la idea de juego del equipo que ganó 2 veces el Mundial.
No se trata de cuestionar si convocó a quienes correspondía, se trata simplemente de poner en cancha a una formacion que al menos tenga y respete una idea de juego.
Si se gana, será simplemente por la genialidad individual de algún botín de potrero.
Hasta ahora todo es improvisación adentro y fuera de la cancha.
Hay tipos que tienen la suerte de haber nacido en la Argentina donde en todos los órdenes de la vida reina la falta de planificación.
Tapia y Scaloni dos claros ejemplos de ello.