Jugando bien, mal o regular, Talleres sigue sumando éxitos y da pelea en todos los frentes. ¿Le alcanzará con lo que dispone cuando le toque enfrentar a rivales más fuertes en las instancias finales?
Por Esteban Migliazzo.
Por momentos se lo nota desenchufado, como si sobrara la situación. Pero de repente se encienden algunas de sus figuras y cambia la historia.
La realidad palpable, es que a esta altura del año se puede afirmar que Talleres es un equipo difícil de vencer debido a su gran preparación física y al nivel futbolístico de algunos de sus jugadores.
Talleres le ganó a Colón por la Copa Argentina, pero su funcionamiento no fue convincente y para alzarse con la victoria debió recurrir a una de sus grandes figuras e ídolo, en este caso Guido Herrera, y a un muy buen cabezazo de Federico Girotti.
Ya son varios partidos en los que el juego del Matador no resulta convincente;
Cobresal, Atlético Tucumán y Colón son claros ejemplos de ello.
Sin embargo, a la hora de contar los “porotos”, Talleres continúa con su cosecha.
Hoy Talleres es Botta, Guido, Sosa dependiente y a este trío se le suman los Portillos, Navarro, Benavidez, la voluntad de Girotti y la entrega del hoy lesionado Ortegoza.
Da la sensación de que el Matador necesitará varios refuerzos para poder pelear por algún título; un título que su gente merece largamente.