POR LA CAMISETA

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Culminó el año futbolístico y en Talleres hay responsables de las cosas buenas y de las malas que se sucedieron durante el año.

Por Esteban Migliazzo

FASSI EN EL DEBE

En la tabla anual, el Albiazul terminó en el puesto 24 sobre 28. Este es una estadística inequívoca de que este año en la T no se hicieron las cosas como correspondían.

Equivocaciones a la hora de elegir a los técnicos, un plantel corto y falto de jerarquía en los primeros 6 meses del año y jugando más de la mitad de los partidos en la segunda parte de la temporada sin un centro delantero, son errores que Talleres pagó caros.

Sólo en los torneos cortos o en los mata-mata, con esfuerzo y algo de fortuna logró sacar algún balance positivo. Lo cierto es que por ahorrar dinero y por algunas decisiones erradas, en el balance general, Talleres no tuvo un buen año, especialmente al haber dejado pasar una excepcional oportunidad frente a Patronato.

GANDOLFI EN EL HABER

La situación venía en caída libre hasta que Gandolfi se hizo cargo del plantel. Con personalidad y sentido común, logró torcer el rumbo y los resultados enpezaron a mejorar.

Se viene el 2023 con Cobija confirmado en el banco. Habrá que prescindir de varios líderes con ciclos cumplidos y de una media docena de jugadores que no estuvieron a la altura que las circunstancias exigían.

La pregunta es: ¿Esta vez, Fassi traerá refuerzos de jerarquía en tiempo y forma para que Gandolfi pueda trabajar con tranquilidad? Veremos.