POR LA CAMISETA

Córdoba - ARG

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Talleres atraviesa uno de los peores momentos de su historia en los torneos de primera. Fassi y Caixinha son los principales responsables.

Por Esteban Migliazzo.

FASSI EL PRIMER RESPONSABLE

Andrés Fassi creyó que Alexander Medina seguiría pero esta vez, el Zorro se durmió y cuando quiso reaccionar, ya promediaba enero.
Salir desesperadamente a buscar un cuerpo técnico nunca es una buena idea y menos aún, cuando el plantel estaba flaco en refuerzos y con jugadores que se querían ir. Hoyos pasó efímeramente y a Caixinha lo sostuvo la Copa Libertadores.

Para colmo, Fassi no sólo estuvo lento con los técnicos, sino que también cometió el mismo pecado con los tiempos que se tomó para incorporar jugadores de cierta jerarquía, quienes recién arribaron en junio.

¿Y LOS FALLOS ARBITRALES?

En general, los árbitros argentinos siempre han beneficiado con sus pitos a los porteños, especialmente a Boca y a River.
Pero el “trabajo diplomático” sobre la calle Viamonte, también corre por cuenta de los dirigentes que en lugar de reclamar a los gritos algunos fallos, deberían estar atentos y despiertos para que esas decisiones no sucedan.

CAIXINHA, EL SEGUNDO RESPONSABLE

EL DT portugués llegó al País sin tener la más mínima idea de en que consistía el fútbol argentino. Además de no estudiar a los rivales, hasta el día de hoy, la gente no ha logrado decifrar a qué juega Talleres.

El equipo no tiene un patrón de juego y sólo se limita a tener la pelota sin saber que hacer con ella, haciendo de Guido Herrera la figura del equipo.

Para colmo de males, el DT se encargó en reiteradas oportunidades de responsabilizar a sus jugadores de las derrotas argumentando que no tenía la actitud que correspondía, y eso, más temprano que tarde, se paga. En síntesis, de un tiempo a esta parte, Caixinha es uno de los técnicos que menos cosecha de puntos ha sacado en Talleres.

LOS JUGADORES, ¿HAY FALTA DE ACTITUD?

Algo pasa puertas adentro en Talleres. Los líderes de la camada del Cacique emigraron y los que se quedaron, se quieren ir. Los verdaderos refuerzos llegaron hace nada más que un mes. Las otras fueron incorporaciones que no le sumaron prácticamente nada a la T.

Pero frente a Boca: ¿Faltó actitud? La realidad es que todos corrieron e intentaron. Benavidez, Catalán, Pérez (en un partido para el olvido) y Díaz tuvieron un generoso despliegue. Villagra y Oliva, al igual que Girotti corrieron los 90 minutos. En tanto que Valoyes, Franco y Godoy tuvieron una mala noche, pero de ninguna manera escatimaron esfuerzos.

Ayer, el problema fue otro. Talleres no tiene una estrategia de juego y no sabe cómo lastimar al rival. El pizarrón no está escrito. Los responsables deben pegar urgentemente un golpe de timón si pretenden que la T siga en primera los próximos años.